El papel pintado: Una opción económica que da un toque de modernidad a las estancias de tu hogar.
El papel pintado es una opción económica que debemos contemplar a la hora de decorar nuestros espacios. Nos proporciona un toque de modernidad ideal. Es muy recomendable usarlo en espacios castigados o antiguos. Es importante remarcar que el papel pintado es un producto limpio y de fácil y rápida colocación y extracción.
A diferencia de la pintura, tenemos una amplia variedad de formas, colores y estampados, algo que no podríamos conseguir pintando nuestra pared de forma habitual.
Triunfan los colores vivos y diseños inspirados en los 60 y 70
Lo que más se lleva en papel son los colores vivos, los diseños inspirados en los años 60 y 70, las rayas, e incluso las imitaciones a pintura y esterilla. El papel pintado es ideal para personalizar tu estancia según tus gustos y estilo.
Hay diferentes tipos de papeles pintados. A continuación, te explicamos algunas ventajas de cada uno de ellos:
Papel vinílico: está compuesto por una capa de papel y una cubierta de vinilo o plástico, lo que lo hace impermeable.
Papel gofrado o vinilizado: es similar al anterior, la única diferencia es el material que lo recubre y por lo tanto, se debe tratar con cuidado.
El papel con base textil: Es un papel muy utilizado en decoración. La limpieza puede ser más compleja que otros tipos de papeles y además, cuesta más de colocar.
Papeles con relieve: Normalmente, son diseños atractivos y llamativos. Se utilizan principalmente para camuflar las imperfecciones en el acabado de una pared.
El papel pintado autoadhesivo: La instalación es más sencilla, ya que no precisa una cola especial para su sujeción sobre la pared.
Cenefas: Son diseños divertidos que dan un toque de elegancia en los espacios que se quieran decorar. Son fáciles de colocar.
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